Covadonga Monte: “Las prácticas en el Servicio Clínico de Logopedia proporcionan a los estudiantes una autonomía profesional única”
Hay dos características que distinguen la profesión del logopeda, la empatía y la generosidad, dos valores con los que la profesora Covadonga Monte se siente identificada. La también coordinadora del Servicio Clínico de Logopedia disfruta de los viajes que no pudo hacer. Pero siempre vuelve a la ‘Ponti’, su segunda casa desde que comenzó sus estudios en 1988, y donde ha desarrollado su carrera académica. Entre sus deseos, Covadonga imagina el momento de volver a Gijón, su ciudad natal, cuando llegue su jubilación, y quizá, algún día, sentarse entre el público de los Premios Princesa de Asturias como invitada, un sueño pendiente de cumplir.

Pregunta (P): A veces, se considera a la Logopedia como ‘la hermana menor’ de otras profesiones del ámbito sanitario, aunque la capacidad de comunicación de las personas es una de las características más importantes del ser humano ¿Por qué cree que sucede esto?
Respuesta (R): Yo no sé si es la ‘hermana pequeña’ o ‘la hermana pobre’, lo que sí sé es que es una de las ‘hermanas’ más desconocidas de Ciencias de la Salud. Y esto ocurre por distintos motivos. Por un lado, históricamente, la mayoría de los trastornos que se estudiaban y a los que se dotaban de mayores recursos económicos y también de investigación eran de carácter físico, más visible y externo. Y, los trastornos con los que nosotros trabajamos, de la comunicación, del lenguaje y de habla no suelen tener estas características. Además, no presentan una urgencia vital de vida o muerte e incluso dolor y, entonces, se relegaban a un segundo plano. Sin embargo, ahora esto está cambiando.
Por otro lado, la Logopedia es una disciplina muy reciente dentro de las Ciencias de la Salud si la comparamos con otras como, por ejemplo, la Medicina, la Enfermería o incluso la Fisioterapia, y se nos ha dado menor visibilidad. Esto, afortunadamente, está cambiando desde hace unos cinco o diez años y el logopeda es mucho más visible para la sociedad. No obstante, creo que la gente todavía, aunque conoce nuestra figura, no tiene una idea concreta de cuáles son nuestras competencias, dónde trabajamos, con qué usuarios intervenimos, etc.
En mi opinión, estas pueden ser las causas de que la sociedad aún tenga un cierto desconocimiento del logopeda y de nuestra profesión.
(P): Es coordinadora del Servicio Clínico Logopédico, en el que se atienden casos reales de trastornos del lenguaje, habla, audición, voz, etc. ¿Cómo funciona?
(R): Llevo la coordinación del Servicio Clínico Logopédico desde enero del año 2020, pero lleva funcionando desde hace mucho tiempo -yo misma hice mis prácticas allí-, pero tal y como ahora lo conocemos, desde el 2019, fecha en la que se realizó una remodelación total de la estructura y de su funcionamiento. De hecho, en febrero de 2020 dispusimos de registro sanitario y funciona como cualquier otra Clínica Logopédica. La diferencia es que los pacientes son atendidos por los estudiantes de 4º de Logopedia y por sus compañeros del Máster Universitario en Atención Temprana en Logopedia y del Máster de Formación Permanente en Terapia Orofacial y Miofuncional.
Y, con otra característica adicional, los estudiantes, siempre y en todo momento, están supervisados por cada uno de los profesores especialistas en las áreas con las que trabajan con los pacientes. Este asesoramiento es continuo, totalmente directo y el estudiante adquiere cada vez más autonomía según avanza el curso. De manera que, cuando acabe el curso, el estudiante sea capaz de realizar una entrevista en la que explique al paciente o a sus familiares cómo le ha valorado, cómo ha trabajado, cual ha sido su evolución, cómo se encuentra, qué recomendaciones tiene que dar, etc. En definitiva, el alumno adquiere una autonomía total.
(P): ¿Cuál es el grado de satisfacción de las personas que son atendidas diariamente?
(R): El grado de satisfacción es muy alto. No es una impresión mía o del resto de profesorado, es lo que nos dicen las encuestas que completan los pacientes bianualmente. De hecho, desde el año 2020 hemos realizado tres encuestas para medir todo aquello que nos interesa; instalaciones, material que empleamos, pero, sobre todo, todo lo que tiene que ver con la atención, la información y el tratamiento logopédico que reciben los pacientes.
(P): Es experta en trastornos comunicativos y lingüísticos de personas con discapacidad motora ¿Qué porcentaje de mejora se puede conseguir con intervención logopédica?
(R): La discapacidad motora o la diversidad funcional de tipo físico es una discapacidad muy compleja porque este trastorno puede manifestarse de muchas formas distintas. Dentro de esa área, trabajamos fundamentalmente con personas con parálisis cerebral y, dentro de esta, hay una gran diversidad. Incluso dependiendo del grado y de los trastornos asociados, el trabajo va a ser más o menos sencillo o complejo.
No puedo cuantificar el grado de mejoría, pero siempre hay avances, sobre todo, si comparamos -como así debe hacerse- de dónde parte el paciente y a dónde llega.
Las personas con parálisis cerebral son pacientes que denominamos “crónicos” porque trabajamos con ellos durante mucho tiempo, ya que su trastorno depende de una lesión cerebral y exige un trabajo continuo. En algunos casos, queremos conseguir un avance continuo, en otros queremos mantener y que no haya un retroceso, etc. En definitiva, siempre se consiguen mejorías, tanto a corto como a largo plazo.
(P): ¿Influye en esa mejoría la capacidad de superación del paciente?
(R): No determina, pero sí influye; no podemos poner el foco exclusivamente en la persona, pero influye. En este sentido, además de la capacidad de superación también influye mucho el entorno familiar, las expectativas, la motivación y su colaboración es fundamental para realizar nuestro trabajo con los pacientes.
(P): ¿A qué retos se enfrenta la Logopedia en un futuro próximo?
(R): Se enfrenta a bastantes retos. El primero, darle mayor visibilidad, sobre todo, una mayor concienciación en la sociedad sobre la figura del logopeda y de todos los ámbitos en los que puede trabajar en la esfera privada y pública. Y más en los hospitales públicos, donde aún hay poca presencia.
Por otro lado, todo lo que tiene que ver con la especialización, teniendo en cuenta que el logopeda accede a todo el ciclo vital (desde el bebé prematuro hasta el envejecimiento) y que trabajamos en áreas muy diversas como la voz, la lectoescritura, la discapacidad motora, el autismo, etc., siendo muy importante, por tanto, la especialización.
También la interdisciplinariedad, que es trabajar en equipo con otros profesionales; el uso y manejo de nuevas tecnologías más punteras -trabajamos desde hace mucho tiempo en esta línea-; la IA; continuar y aumentar la investigación y la práctica basada en la evidencia.
(P): ¿Qué mensaje daría a aquellos estudiantes que deseen estudiar el Grado en Logopedia en la UPSA?
(R): Es una carrera muy completa porque van a estudiar muchas asignaturas que están relacionadas con la Medicina, la Lingüística, la Educación, la Psicología, también con la Estadística… Es un compendio muy interesante a nivel de estudios. Además, se complementa con el trabajo directo con personas en el Servicio Clínico y, si están interesados en el bienestar y en mejorar su calidad de vida, es una carrera estupenda.
Les recomiendo nuestra Universidad porque hemos sido pioneros en Logopedia y lo seguimos siendo y, sobre todo, por nuestro Servicio Clínico, porque van a hacer sus prácticas aquí y es casi igual al ejercicio de la profesión en un futuro. Es una ventaja enorme a la hora de plantearte dónde vas a realizar tus estudios.