El IEM celebra el 25 Aniversario de la Canonización de San Marcelino Champagnat

El Instituto de Estudios Maristas (IEM) de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) ha celebrado el 25 Aniversario de la Canonización de San Marcelino Champagnat con un nuevo 'Ciclo Café-Coloquios del IEM' en el que han participado un centenar de personas. Durante el encuentro, varios testigos de aquel día han ofrecido el testimonio de su vivencia en Roma.

El Instituto de Estudios Maristas ha querido recordar el 25 Aniversario de la Canonización del fundador de los Hermanos Maristas, San Marcelino Champagnat, celebrada en Roma el 18 de abril de 1999, con un coloquio en el que han participado cien personas.

 

Aquel día, miles de peregrinos acudieron a la llamada del Papa Juan Pablo II para proclamar la Santidad de Champagnat. Entre ellos, se encontraban varias personas que han participado en el Café-Coloquio. 

 

El encuentro ha comenzado con las palabras del director del IEM, Fernando González, quien ha reconocido que la canonización supone un don, una gracia y una oportunidad para la Iglesia y los seguidores de Champagnat. “Favorece el compromiso con el carisma de San Marcelino en la educación hacia los niños. Y supone renacer en la espiritualidad Marista, en un mundo donde la injusticia, la pobreza y la marginación esperan nuestras respuestas”, ha afirmado.

 

Durante el encuentro, varios testigos de este acontecimiento ofrecieron su testimonio de aquel día. 

 

El que fuera consejero general del H. Benito Argüés del Instituto Marista (1993-2001), Luis García Sobrado, ha explicado cómo se sucedió el proceso de canonización “regalo del buen Dios a los niños y jóvenes pobres”, así como el origen del cuadro expuesto en la Ceremonia de Canonización, “cuyo rostro de alegría era un símbolo conector con los niños y jóvenes del siglo XXI”. Igualmente, ha destacado el contexto institucional marista que se ha sucedido desde entonces y que ha resumido en tres elementos. El proceso de reestructuración, que afectó a las unidades administrativas; el martirio de 11 hermanos maristas, y el despierto interés de laicos maristas.

 

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La maestra jubilada Carmina Romo, que participó en la canonización por el Colegio Marista de Salamanca, ha recordado el ambiente de alegría que supuso esa celebración. “Viví un nuevo Pentecostés con un mismo espíritu y un solo corazón”, ha afirmado. Igualmente, ha destacado en su vida la experiencia de “llamada e invitada” de Champagnat.

 

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También han participado dos antiguos alumnos de colegios maristas: José Andrés Medina (Colegio Cervantes de Córdoba) e Iván González (Colegio La Merced de Murcia), quienes han destacado la aventura que supuso con 17 años vivir la celebración en Roma junto con otros jóvenes de todo el mundo. “Fue una llamada que sigue viva en el presente, da sentido y legitimidad al trabajo que hacemos”, han afirmado.

 

 

El director del Centro Juvenil ‘El Urogallo’, H. Federico A. Carpintero, que acompañó a Hermanos Maristas a Roma, también ha invitado a preguntarse cómo nos imaginamos a Marcelino actualmente, “porque ser Marista exige conocer mejor su vida, su sueño y sus dificultades”. También se ha referido a los futuros pasos a seguir, en el que los niños son los protagonistas de la misión marista, donde hay que ayudar y acoger a los laicos para vivir la vocación, y donde la espiritualidad es sencilla y tiene un ejemplo claro en la Virgen María.

 

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Por su parte, el H. César Rojas, coorganizador del Festival Marista en el Vaticano ha recordado la organización del encuentro en el que confluyeron en un mismo evento jóvenes, hermanos maristas y laicos de todo el mundo. También ha destacado el proyecto “Corazón sin fronteras”, desarrollado en Colombia que acoge a niños desplazados de Venezuela. Y ha instado a invitar a los jóvenes a acercarse a la espiritualidad “porque están sedientos de ella y tanto se necesita”.

 

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