Jiménez Carretero gana el XLII Premio Mundial de Poesía Mística Fernando Rielo

Con el poemario 'Para que todo sea', el albaceteño Francisco Jiménez Carretero ha obtenido el XLII Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística, con una dotación de 7.000 €, la edición de la obra y una medalla conmemorativa. La obra ha sido seleccionada de entre 232 poemarios procedentes de 27 países. La obra 'Night of Taking Flesh', de John F. Deane (Dublín, Irlanda) se ha hecho acreedora de una Mención de Honor por los miembros del Jurado.

En Para que todo sea el poeta nos acerca “un cielo vivido a golpe de sufrimiento como nos revela en este cuarteto lira: “No me importa si el cielo, / alguna vez, se viste de tormenta, / Dios allí se aposenta /y yo hacia allí procuraré mi vuelo”. La obra aparece dividida en cuatro secciones que discurren formando una unidad de tono y actitud. En la primera, el poeta glosa motivos de la poesía mística clásica, dándoles un nuevo fulgor, todos ellos transmiten la experiencia interior hecha encarnación vital y lucidez consciente sobre el trasfondo del tiempo, a veces presidido por cierto matiz melancólico y crepuscular pleno, no obstante de una ilusionada expectativa de un cielo cada vez más cercano, en el que Dios aguarda: “Porque Dios está, ahí, / en la presteza de un abrazo / que explosiona de amor cuando el silencio grita / y en el nacer sencillo de las horas /…/ Mi casa se ha encendido de repente / con la luz que proclama su mirada, / porque Dios es / y está aquí para que todo sea”.

 

 

El presidente de la Fundación Fernando Rielo, P. Luís Casasús Latorre en su mensaje, dirigido a todos los asistentes calificaba la poesía mística como un don. Recogiendo unas palabras del Papa Francisco afirmaba que “El arte, además de ser testigo creíble de la belleza de lo creado, es instrumento de evangelización, pues el artista es testigo de lo invisible”. El poeta místico es, en este sentido, un artista que pone al servicio del ser humano su fe y su amor con la intención de transformar la cotidianidad en perennidad transcendente.

 

Más adelante recordaba unas palabras del poeta místico y fundador del Premio, Fernando Rielo, en el acto de proclamación del XIX Premio Mundial de Poesía Mística, unas palabras que aunque pronunciadas en 1999, podemos considerarlas de plenamente actuales: “Hoy más que nunca nuestra sociedad tiene necesidad del poeta místico: ese alguien que sabe elevar su experiencia de Dios a arte. No debe pasar desapercibido este hecho a aquel que se sabe cristiano, o judío, o musulmán, o budista, o, simplemente, religioso de cualquier religión. El teólogo católico, Karl Rahner, vaticinaba que el cristiano del futuro o será un ‘místico’ o no podrá ser cristiano. Porque la espiritualidad del futuro no se apoyará en convicciones o en ambientes religiosos generalizados, sino en la experiencia de Dios y en la decisión personal”. 

 

 

Para concluir, el presidente del Premio recordaba las palabras de nuestro Premio Nobel, Vicente Aleixandre, “Sí, poeta: el amor y el dolor son tu reino”. “Quien desea ser un buen poeta” -seguía afirmando-, “y sobre todo poeta místico, debe tener en cuenta el dolor del amor”. No hace mucho tiempo, el papa Francisco afirmaba que “Al mundo de hoy le falta llorar, lloran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades no sabemos llorar”. El verdadero amor es don conquistado por las lágrimas; por eso, sentencia Fernando Rielo: “No hay lágrima de la que Dios / no guarde preciosa memoria. // Toda lágrima es un universo”.

 

La Rectora de la Universidad Pontificia de Salamanca, Mirian Cortés Diéguez, expresó su satisfacción y gratitud por la elección de la UPSA como anfitriona de la entrega del premio por tercera vez, tras las ediciones de 2014 y 2019, después de la creación de la Cátedra Fernando Rielo, que se inauguró el 27 de abril de 2013.

 

Esta Cátedra nació con el objeto de promover la investigación, la docencia y la difusión de cuanto contribuya al diálogo entre la fe y la cultura, en el marco de la nueva evangelización, teniendo en cuenta el pensamiento de Fernando Rielo. Especialmente, las áreas de la mística, antropología, sociología, psicología, ética, literatura y pedagogía. “Me gustaría aprovechar esta ocasión para agradecer a la Fundación el sostenimiento de esta Cátedra en el seno de nuestra Universidad; porque gracias a ella podemos continuar con el estudio y la investigación del pensamiento de Fernando Rielo”, concluyó.

 

El Gran Canciller de la Universidad, el obispo de Ciudad Rodrigo y de Salamanca, José Luis Retana Gozalo, ha valorado la permanencia de este premio mundial: “Solo es posible cuando se tiene bien situado el corazón y se edifica sobre la roca firme que resiste los envites de pensamientos débiles y voluntades frágiles. Nuestra universidad, desde su identidad más profunda, trata de contribuir a la tutela y desarrollo de la dignidad humana desde una concepción cristiana del hombre. Proclama que todo lo que existe en la tierra debe ordenarse al hombre como centro y culminación, puesto que es imagen de Dios y un medio privilegiado para ello es el arte”.

 

 

Los otros finalistas

 

Junto al ganador, el jurado distinguió a una decena de finalistas: José Acosta (Nueva York, EEUU), Edgardo Iván Alarcón Romero (Curicó, Chile), Antonio Bocanegra Padilla (San Fernando, Cádiz, España), Antonio Díaz Tortajada (Valencia, España), María Nieves Díez Taboada (Madrid, España), Carlos González García  (Fresnedillas de la Oliva, Madrid, España), Adela Guerrero Collazos (Cali, Colombia), Jesús Antonio Loya González (Chihuahua, México) y Jesús Martínez García, Jesús (Zaragoza, España)

 

El Jurado estuvo conformado por Luis Casasús Latorre, presidente de la Fundación y del Jurado; Enrique Baena Peña, profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Málaga; Tomás Albadalejo Mayordomo, también profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, de la Universidad Autónoma de Madrid; David Gregory Murray, crítico literario, y José Mª López Sevillano, secretario permanente del Premio.

 

El acto de entrega finalizó con la actuación del Coro Contrapunto de la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia de Salamanca.