La UPSA conmemora la vida y obra de la venerable Ascensión Sánchez

La Universidad Pontificia de Salamanca y el Instituto Secular Cruzada Evangélica han celebrado esta tarde un acto en honor de la venerable Ascensión Sánchez, en el que han participado el Gran Canciller de la UPSA y obispo de Ciudad Rodrigo y de Salamanca, Mons. José Luis Retana; el Rector de la UPSA, Santiago García-Jalón de la Lama; el postulador general de las Causas de Canonización de los Franciscanos Conventuales, Zdzislaw Józef Kijas, y la vicerrectora de Comunidad Universitaria y Estudiantes de la UPSA, María H. Benavente Cuesta.

Durante el acto, en el que se han conmemorado la vida y obra de Ascensión Sánchez, el Rector ha reflexionado sobre el significado de la vida consagrada a través del testimonio de la venerable y ha señalado que su ingreso en la Cruzada Evangélica fue un acto de sorprendente generosidad, dado que “alguien que goza ya de una vida cristiana profunda y satisfactoria, resuelve comprometerse con una incipiente empresa apostólica de futuro incierto y perfil difuso”. Tras rememorar la influencia del venerable Doroteo Hernández, ha añadido que esta elección revela una disponibilidad total para la misión, entendida como “la entrega sin restricciones al cumplimiento de una tarea específica”.

 

El Rector ha recordado que “la consagración no persigue como meta dirimente la propia santificación”, sino que se define por la misión que impulsa y justifica los votos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, que “están destinados a configurar la vida del consagrado según la vida de Cristo”. En el caso de las cruzadas, subraya la importancia de un cuarto voto, el de apostolado, pues “sobre cualquier otra cosa prevalece la responsabilidad de cumplir la tarea encomendada por el Señor”.

 

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También ha subrayado que incluso en la enfermedad o en el aparente retiro, la vida consagrada sigue siendo fecunda: “Ascensión no fue más útil a la cruzada cuando dirigía la residencia que cuando ofrecía sus dolores por el éxito de las iniciativas apostólicas”.

 

Santiago García-Jalón de la Lama ha concluido insistiendo en que “es la misión apostólica lo que alienta la vida consagrada” y que el propósito de este acto no es su glorificación, sino “dar a conocer su vida, tratar de entenderla y, de esta manera, tomar ejemplo de sus virtudes”.

 

El postulador general de las Causas de Canonización de los Franciscanos Conventuales, Zdzislaw Józef Kijas, ha estructurado su intervención comparando la vida y obra de Ascensión con diversos ejemplos protagonizados por la Virgen María, Simeón y la profetisa Ana a través de diferentes pasajes del Evangelio de San Lucas, subrayando las similitudes entre su entrega incondicional y el sí de María a la voluntad del Señor; la fidelidad y esperanza de Simeón y la identificación con Ana por su vínculo contemplativo y amoroso.

 

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A través de diferentes citas de la propia Ascensión, Józef Kijas ha subrayado el “sí incondicional y generoso a cumplir con la voluntad de Dios”, cumpliendo su misión de salvar almas. “Tenía un celo inmenso por las almas y por Cristo. Fue una mujer enamorada de Dios y de la búsqueda de su mayor gloria, y nunca estaba lo suficientemente satisfecha con lo que había hecho con respecto a la voluntad de Dios. Así, escribió “cueste lo que cueste tengo que ser lo que el Señor quiere que sea”, pese a la desconfianza que tenía en sus propias fuerzas”, ha recordado.

 

El postulador ha señalado que los santos no lo son tanto por lo que hacen como por lo que son y, en este sentido, afirmaba que “si hablamos de Ascensión no es solo por lo que hizo, sino por lo que fue en su vida, porque lo más importante no es hacer, sino ser”. Y ha insistido en la vocación y el empeño de Ascensión de llevar a cabo su misión de salvar almas, desde la obediencia y la fidelidad”.

 

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La vicedecana de Comunidad Universitaria y Estudiantes, María H. Benavente, ha expresado su “cariño profundo y la admiración sincera hacia todas las Cruzadas”, con especial reconocimiento a Ascensión, “que brilla con una luz propia en el firmamento de los grandes testigos de la fe cristiana”. Así, ha subrayado cómo la Providencia marcó su vida, al convertir un periodo de dolor durante la guerra civil en “un tiempo providencial y esencial que cambiaría el rumbo de su vida”, destacando el determinante papel de don Doroteo Hernández.

 

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María Benavente ha destacado la espiritualidad profunda de Ascensión y su amor al Señor, vivido con humildad y alegría. Ascensión vinculó oración y acción: “Mi vocación: salvar almas”, dedicándose con especial ternura a las mujeres más excluidas. Fue también modelo para los jóvenes y para la universidad, pues “supo vivir lo ordinario de manera extraordinaria”. La vicerrectora ha señalado que su ejemplo continúa inspirando porque “la luz de su vida sigue brillando”, incluso después de su temprana muerte.

 

El acto, que ha completado el aforo del Aula Magna, ha finalizado con la intervención del Coro Tomás Luis de Victoria.

 

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