La UPSA presenta ejemplos del valor de la mujer en el ámbito sanitario
La Unidad de Igualdad de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) ha celebrado esta mañana una mesa redonda sobre el papel de la mujer en la salud. La mesa redonda ha estado presidida por la vicerrectora de Comunidad Universitaria y Estudiantes, María H. Benavente, acompañada por la subdirectora médica del Hospital Universitario de Salamanca y hematóloga, María Díez; la médica de Atención Primaria y exdirectora de Atención Primaria, Raquel Ruano; la enfermera de la Unidad de Neurología-Unidad Ictus, Magdalena Bernal, y el matrón del Hospital Universitario de Salamanca, Javier Sánchez.

La vicerrectora ha destacado el valor imprescindible que tienen las mujeres en el ámbito sanitario desde la medicina tradicional, hasta la investigación biomédica más avanzada. “Su trabajo ha sostenido nuestros sistemas de salud, incluso en los momentos más difíciles. Sin embargo, ese esfuerzo no siempre ha sido reconocido como merece”, ha apuntado. Benavente ha insistido en que “las mujeres siguen teniendo menos acceso a puestos de liderazgo y se enfrentan a mayores obstáculos para la promoción profesional, por lo que, iniciativas como esta permiten hablar con claridad de los retos que quedan por superar”.
La subdirectora médica del Hospital Universitario de Salamanca y hematóloga ha reconocido su profesión como una actividad no exenta de sacrificios, en la que, además de la atención asistencial, es fundamental la investigación. Díez lidera un grupo de investigación en Hematología que compagina actualmente con la Subdirección Médica del Hospital, centrada en la mejora de la calidad asistencial, la seguridad del paciente y la promoción de la investigación. “En el campo de la investigación ahora tenemos ciertos privilegios, por ser mujer y joven”, ha apuntado. Respecto a los puestos de liderazgo, ha reconocido que en los puestos de jefatura de servicio médico la mayoría son varones, a pesar de ser una profesión que está feminizada completamente.
La exdirectora de Atención Primaria ha reconocido que, en su trabajo, dentro de la Administración Pública, no ha sentido ningún tipo de discriminación. Sin embargo, la presencia de la mujer en puestos de gestión no es la misma cuando se refiere a puestos de responsabilidad como la dirección de centros de salud, direcciones médicas y de Enfermería o consejerías, entre otros. “Como directora médica de Atención Primaria, la consejera que me nombró buscaba impulsar el papel de la mujer en puestos de responsabilidad”, ha afirmado. No obstante, las cifras no muestran una equidad en los puestos de dirección, ya que como ha apuntado Ruano, de las 21 gerencias en Castilla y León, 8 están ocupadas por mujeres, cuando, por ejemplo, de los 350 médicos de Atención Primaria en Salamanca, dos tercios son mujeres, o tan solo hay una mujer como presidenta del Colegio de Médicos, por lo que, como indica, “la proporción debería ser contraria a la actual”, ha enfatizado.
La enfermera y antigua alumna de la UPSA, Magdalena Bernal ha explicado su experiencia en el ámbito sanitario. Para ella no ha sido fácil el salto a la vida laboral porque “nadie te prepara para la muerte de tu primer paciente, contratos precarios, rotaciones constantes, plantillas insuficientes, etc.”. Bernal ha destacado que, en esta profesión, “aunque está profundamente feminizada, en puestos de liderazgo se denota desigualdad y falta de reconocimiento, por ello, hay que seguir visibilizando este papel y evitar implicarse en roles de sumisión, ni cargar con tareas emocionales que el sistema da por sentadas”, ha afirmado.
Por su parte, Javier Sánchez, matrón del Hospital Universitario de Salamanca y antiguo alumno de la UPSA ha reconocido que cuando llegó a la especialización echó en falta representantes masculinos, “hasta me cuestioné si este era o no mi espacio”, ha señalado. Actualmente, trabaja en paritorio, urgencias y planta de Obstetricia en un trabajo muy intenso, en el que el componente emocional es importante. “Me costó aprender, quizá por mi masculinidad identificada por mostrar entereza, que hay que expresar lo que sientes con los pacientes, también en un paritorio en momentos de mucho dolor y duelo”. “Hay mujeres que en el paritorio se sorprenden al atenderles un hombre, pero esa barrera inicial se diluye cuando generas confianza con tu paciente”, ha destacado. Sin embargo, para el matrón, en la calle no siempre se observa esa empatía. “Vivimos en una sociedad en la que los hombres que cuidan son una minoría y he tenido que explicar en varias ocasiones que el cuidado es algo natural”, ha concluido.
Esta actividad se enmarca dentro de la subvención concedida a la UPSA por parte de la Dirección General de la Mujer de la Junta de Castilla y León para la promoción de la igualdad y prevención de la violencia de género.