'Manual de anticooperación', un índice para conocer las interferencias de los fondos de cooperación internacional

El Instituto de Estudios Maristas (IEM) de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) ha presentado esta mañana el libro 'La anticooperación y su índice. Manual de aplicación', realizado en colaboración con la asociación de Maristas de España SED (Solidaridad Educación y Desarrollo), la fundación de los Misioneros Claretianos PROCLADE (Promoción Claretiana al Desarrollo) y la asociación de Escuelas Cristianas PROYDE (Promoción y Desarrollo).

La obra es el resultado de la segunda fase de investigación del Proyecto 'Anticooperación y su Índice', en el que se analiza de una manera autocrítica la labor que desarrollan las ONG, asociaciones y fundaciones para mejorar las relaciones entre donantes y receptores en defensa del progreso y la paz.

 

Por ejemplo, existen elementos camuflados como los que se muestran en países que ofrecen fondos para llevar a cabo proyectos de cooperación a cambio de la compra de armas a una empresa de ese país donante. Además, se ha apreciado una falta de control en la gestión del dinero que se dona, originada por diferentes motivos como puede ser una mala política de migración o la educacional, entre otros.

 

El propósito de esta segunda fase es promover una campaña de sensibilización y concienciación social y política para que los objetivos de los proyectos de cooperación lleguen a las personas necesitadas de forma justa.

 

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Qué es el Índice de Anticooperación

A partir de un estudio sobre el estado de la cuestión, los expertos de estas organizaciones han desarrollado una herramienta para depurar la colaboración entre las ONG y multinacionales y gobiernos ante las importantes interferencias que existen en los fondos de cooperación internacional que se envían. Por este motivo, como indica el director del Proyecto ‘Anticooperación’ Javier Salazar, no solo hay problemas en la gestión, sino también en las políticas que condicionan la ejecución del proyecto. “Por ejemplo, puede que de los fondos que envíe un país, haya una parte que se desvíe y se emplee en otra urgencia o quizá existan otros condicionantes sociopolíticos o militares”, ha asegurado.

 

El Índice que se presenta hoy servirá para cuantificar el grado de ‘anticooperación’ que se lleva a cabo en distintos países o empresas. Precisamente, con este objetivo los organismos internacionales y gobiernos conocerán las carencias que se observan en el envío de la cooperación en una zona concreta. De esta forma, tanto los interesados que reciben los fondos, como los futuros donantes conocerán el proyecto desde la base.

 

Actualmente, se estima que los proyectos coordinados por SED se han podido desviar de entre un 20% a un 30% en los países receptores. “No obstante, hay proyectos de cooperación con una alta financiación internacional en los que desaparece muchísimo dinero”, ha afirmado Salazar. Como indica, hay casos en los que el país extranjero colabora con la construcción de infraestructuras, pero en lugar de contratar empresas locales, se ofrece a empresas de ese país foráneo por lo que los beneficios repercuten fuera, no dentro de la comunidad desfavorecida.

 

En el acto de presentación, han estado presentes el director del Proyecto de Anticooperación y exdirector de la ONGD SED, H. Javier Salazar; el secretario de Misión de la Región de Europa Marista, José Antonio Rosa; la directora de Proyectos de Cooperación SED, Ana Fernández, y la coordinadora del Equipo de Solidaridad Internacional y de SED de la provincia de Compostela, Belén Salas. Igualmente, han acudido los coautores de la obra y profesores de la UPSA Fernando González (director del IEM), José David Urchaga y Jacinto Escudero.

 

La decana de la Facultad de Educación, Amparo Jiménez, ha agradecido a las organizaciones la publicación de la obra: “Es un honor presentar estos resultados altamente interesantes”, ha afirmado.

 

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Objetivo inmediato

Una vez presentado este Índice de Anticooperación, los creadores formarán a técnicos de diferentes ONG y países receptores para que se autoevalúen y puedan recoger información, a través de una plataforma virtual y reportar su resultado en una escala de 0 a 100.

 

En este sentido, han instado a todas las instituciones -como las universidades de los países receptores- la solicitud de financiación y la colaboración en este proyecto.

 

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