Nicolás Paz Alcalde: “El mediador crea las condiciones necesarias para hacer posible el diálogo”

Reconoce que no tiene una varita mágica para solucionar todas las situaciones conflictivas, pero siempre hace magia con las personas que le confían sus problemas. Su primer apellido delata su profesión y su serenidad le permite mostrar una empatía determinante para dar con la clave del entendimiento. Nicolás Paz Alcalde, además de ser profesor en la Facultad de Filosofía y del Máster Universitario en Orientación y Mediación Familiar de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), es miembro del Comité de Coordinación del recién inaugurado Instituto Católico por la Noviolencia Pax Christi, donde se analizan fórmulas para la reconciliación y ofrecen alternativas éticas y espirituales a la violencia y la pasividad. Asegura que, pese a que toda relación viva presenta conflictos en algún momento de su existencia, las soluciones siempre están al alcance de la mano: tanto para resolver situaciones de desavenencias familiares, como para afianzar las bases para alcanzar la paz en un conflicto internacional.

Pregunta (P): ¿Por qué en la sociedad europea hay más polarización y radicalismo?

Respuesta (R): La polarización tiene que ver específicamente en nuestro tiempo con la tecnología. Los procesos de polarización que se están popularizando tienen mucho que ver con el uso de las tecnologías e incluso con el diseño inherente a esas tecnologías. 

 

Los algoritmos de las redes sociales privilegian un tipo de contenido con el que más interactuamos, lo que provoca que cada uno de nosotros consumamos cada vez más este tipo de información y nos relacionemos con personas que piensan lo más parecido a nosotros. Esto que, en un proceso más natural y sano puede ser algo habitual en las relaciones, cuando se hace de una manera constante supone limitarnos nuestra diversidad relacional y derivar en un proceso de polarización que nos pueda llevar incluso a la radicalidad y al uso de la violencia en los casos más extremos. 

 

(P): ¿En qué trabaja el Instituto Católico para la Noviolencia Pax Christi Internacional?

(R): El Instituto se inauguró en Roma el 29 de septiembre y fue un éxito de convocatoria. Durante el mes de octubre, se organizaron cuatro seminarios con expertos internacionales que, además, estuvieron diseñados para que los participantes del Sínodo pudieran escuchar y conocer mejor la Noviolencia, ya que el documento sobre el que trabajaban había pedido mayor reflexión sobre la gestión noviolenta de los conflictos. 

 

Por lo tanto, durante ese mes se celebró de manera semanal un seminario en una especialidad y, desde entonces, estamos desarrollando el diseño de las tres áreas de especialización del Instituto con los coordinadores que dirigirán o facilitarán estas tres áreas: la teológica -centrada en cómo la Noviolencia es central al mensaje del Evangelio-; una segunda que se encargará de investigar sobre cómo la Noviolencia funciona, sus estrategias y herramientas y, una tercera área de prácticas y ejemplos concretos en diferentes partes del mundo sobre cómo gestionar los conflictos de manera noviolenta. 

 

Estos tres ámbitos son multidimensionales y están interrelacionados porque cuando hablamos de Noviolencia, hablamos tanto de estrategias frente a los conflictos armados - por ejemplo, la defensa civil no armada- como de la violencia más próxima o cotidiana, la que puede producirse en las familias o en un colegio, por ejemplo.   

 

(P): ¿Qué papel juega el mediador en la resolución pacífica de conflictos?

(R): Nuestro trabajo es crear las condiciones que hacen posible el diálogo. Nosotros diseñamos el espacio, el tiempo, el contexto y la dinámica para que personas que están en una situación difícil puedan comenzar a hablar, a dialogar e incluso después, negociar y llegar a un acuerdo. Nuestro trabajo es un trabajo de facilitador y, en ese sentido, es una profesión contra la imagen del experto.

 

Nosotros no tenemos varitas mágicas, pero sí creamos las posibilidades y las condiciones para que el diálogo sea posible, con experiencias absolutamente maravillosas de transformación de las relaciones de las personas. Si alguien pudiese asistir a lo que nosotros vivimos, se daría cuenta del poder que tiene la mediación.

 

(P): ¿Qué rol tienen los padres para evitar conflictos en los colegios? 

(R): Desde la perspectiva mediadora, no trabajamos para evitar los conflictos. Toda relación viva tiene que tener conflictos porque somos personas diferentes que pensamos, sentimos y necesitamos cosas distintas con intereses diferentes. 

 

Por lo tanto, el conflicto se tiene que dar y la cuestión es qué hacemos con él, cómo lo gestionamos de una manera positiva sin que se convierta en algo que nos haga daño o, incluso, que acabemos con respuestas negativas como la violencia. 

 

Probablemente, en las familias y en los colegios se ha perdido gran parte de la comunicación. Tanto el profesorado como las familias están ‘bunkerizados’, en el sentido de que estamos a la defensiva; nos sentimos atacados. Los profesores se sienten atacados por las familias y las familias también tienen miedo del colegio y no somos capaces de recuperar la comunidad educativa, que supone entender que esos niños y niñas se están formando en el colegio y todos formamos parte de ese proceso. 

 

Se trata, en definitiva, de un proceso social en el que las familias y los centros educativos tienen que compartir objetivos. Es necesario empezar a tender puentes de diálogo y crear espacios y tiempos para que ambas partes se reúnan, entiendan sus diferentes puntos de vista y puedan hablar de manera más distendida e informal. Esto ayudará mucho a recuperar las relaciones.   

 

 

IMG_0930.jpg