Rosa Pinto: “La IA nos obliga a revisar los conceptos de mentira, verdad, ficción y realidad”
Rosa Pinto, catedrática de la Facultad de Comunicación de la Universidad, reflexiona sobre los grandes retos a los que se enfrenta la comunicación ante el avance de la Inteligencia Artificial. Pinto destaca la necesidad de revisar conceptos fundamentales como la verdad, la mentira, la ficción o la realidad en un contexto dominado por lo digital y lo virtual. Apasionada de la comunicación y con un carácter entusiasta, transmite en cada palabra su compromiso con la docencia y con el crecimiento intelectual y humano de sus estudiantes. Rosa es firme defensora de la importancia del sentido del humor como herramienta esencial dentro del proceso comunicativo, capaz de crear vínculos, reducir tensiones y ofrecer nuevas perspectivas sobre la realidad. Señala que el comunicador actual debe ser emprendedor, multimedia, curioso, con pensamiento crítico y, sobre todo, capaz de adaptarse a los constantes cambios del entorno digital. Con una fuerte convicción, la profesora invita a los estudiantes a vivir con intensidad su etapa universitaria, aprovechando cada experiencia académica, cultural y humana.

Pregunta (P): Su tesis doctoral, dirigida por el Dr. Felicísimo Valbuena de la Fuente, se titula ‘La influencia del humor en el proceso de la comunicación’. ¿Falta cierto toque de humor para afrontar mejor la realidad?, ¿en qué aspectos influye el humor dentro del proceso comunicativo?
Respuesta (R): En este momento desde luego la respuesta es que falta y falta mucho, mucho sentido del humor. ¿Qué influye en el proceso de la comunicación? Claro que influye, es decir, influye mucho cuando se da ese proceso entre los agentes de la comunicación. Ahora, ¿cuál sería la pregunta? ¿De qué agentes estamos hablando? Claro, son, tanto emisor como receptor: personas. ¿Por qué digo esto? Porque en estos momentos, todos estamos hablando de la inteligencia artificial, de las distintas aplicaciones y de que las máquinas se transmiten información de unas a otras.
La inteligencia artificial lo que está es manejando datos, informaciones. Pero claro, tiene un problema, por lo menos a día de hoy, que no tiene sentido el humor, no entiende la ironía, los juegos de palabras, el sarcasmo. Claro, eso es importantísimo porque el humor es otro punto de vista y se enfocan las realidades de otro ángulo, sirve para evitar, o por lo menos para tratar de suavizar las tensiones. El humor permite crear un buen clima, un buen ambiente en el proceso de la comunicación. Es un recurso magnífico cuando, por ejemplo, vamos a dar una conferencia, ese toque de humor, abrir o cerrar con algo de humor es fundamental. Y, por otra parte, el humor es una cosa muy seria. Tanto es así que las personas más inteligentes tienen un grandísimo sentido del humor. En el cine, es más fácil hacer drama que hacer comedia. Aunque luego no obtengan los máximos galardones, a lo mejor no son las películas más premiadas, pero con el humor puedes decir lo que no puedes decir de otra manera.
(P): Su trayectoria investigadora es muy amplia: casi una decena de direcciones de tesis, numerosos proyectos, grupos de investigación, publicaciones, etc. ¿Qué es lo que más le motiva de la investigación?, ¿hacia dónde se dirigen las nuevas líneas de trabajo?
(R): Lo que me motiva como profesora a investigar es lo mismo que al periodista, la curiosidad. Todo buen periodista es tremendamente curioso. Lo que quiere es responder a preguntas que plantea la realidad y con esas respuestas que se obtienen, acercándose a la verdad, tratar de contribuir al bien común de la sociedad. Creo que es exactamente igual que cualquier investigador, lo que hacemos es plantearnos preguntas, tratar de demostrar esas hipótesis, pero es la curiosidad, la curiosidad humana. A los alumnos siempre les digo: “Si queréis ser buenos profesionales de la comunicación, si queréis ser buenos periodistas, tenéis que ser curiosos. Tenéis que estar continuamente preguntándoos por qué esto, qué hay detrás, quién es el protagonista, por qué esto es importante”. Hay que estar formulándose continuas preguntas.
En mi campo, el de teoría de la comunicación, hasta ahora hemos estudiado un paradigma narrativo frente a un paradigma racional de acercamiento a la realidad y, ahora, con la inteligencia artificial creo que se está originando un nuevo paradigma que hay que investigarlo, comprobarlo, con lo cual hablaríamos ya de tres paradigmas. Esto implica tener que estudiar o volver a revisar conceptos como la mentira, la verdad, la ficción, la realidad, lo virtual. En palabras de Manuel Martín Serrano, la virtualosis, que dice él, del siglo XXI. Claro, un nuevo paradigma donde está la inteligencia artificial confronta con lo que hasta ahora han sido esos dos paradigmas clásicos: el paradigma racional y el paradigma narrativo. Y, en el campo de la comunicación, esa es una nueva línea de investigación tremendamente interesante tanto en el ámbito más limitado, lo podemos decir, del periodismo o de la comunicación en general.
(P): Usted ha vivido la evolución de la Facultad de Comunicación -antiguamente denominada Facultad de Ciencias de la Información- desde que comenzó su andadura en la UPSA, ¿qué aspectos son los que más destacaría de todos estos años?, ¿en qué cualidades ha cambiado el estudiante de Comunicación de hace más de tres décadas respecto al de hoy?
(R): Pues creo que hay algo que se ha mantenido a lo largo de las tres décadas y es nuestra seña de identidad: la atención personalizada al alumno. La relación que nosotros hemos mantenido desde los inicios de la Facultad hasta ahora mismo, es esa relación de, voy a decir profesor-alumno, pero de lo que es la comunidad universitaria, donde estamos muy pendientes. Conocemos a todos los alumnos, los alumnos nos conocen, tenemos un trato muy cercano.
Entonces, desde el primer momento que surge la Facultad, se tiene al alumno como centro y eso no se ha perdido, lo hemos mantenido a lo largo de estas tres décadas. Eso continúa y yo creo que es algo muy significativo de nuestra Facultad. Están volviendo antiguas promociones a celebrar los 25 años, los 30 años y ellos recuerdan el trato, las relaciones personales. Lo que el alumno acaba recordando y lo que acaba subrayando, pasados muchísimos años es cómo le dijiste algo en un momento concreto; cómo animaste a un alumno; cómo, quien tenía dificultades, la superó; pues gracias a esa atención personalizada.
Y con respecto a los alumnos, en lo personal son exactamente iguales, es decir, en lo personal son los mismos miedos, las mismas ilusiones, las mismas expectativas, las ganas de aprender, la misma pasión.
Ahora, en cuanto a la formación, ahí hay un cambio importante. Los alumnos de los años 90 se querían formar para ser buenos profesionales en el periodismo desde un idealismo y lo voy a adjetivar de un idealismo romántico porque querían trabajar en medios tradicionales, en periódicos, en la radio, en la televisión. Los alumnos actuales son muy pragmáticos, su entorno es digital, son multimedia, sus medios ya no son los tradicionales, entre otras cosas porque ya ni leen el periódico. Sus medios son otros y, por otra parte, ya incluso muchos de ellos son emprendedores y lo que quieren es tener sus propios medios, su propio canal, contenidos y no tener jefes.
Estábamos antes en ese alumno idealista, romántico, ese periodista justiciero, ese corresponsal de guerra, ese enviado especial, ese fotoperiodista y, ahora vamos a decir, incluso un comunicador o un periodista multimedia en un ecosistema que es totalmente diferente. El ecosistema de los medios tradicionales no tiene nada que ver con el ecosistema del 2025, absolutamente nada.
(P): ¿Hacia dónde se enfocan, bajo su punto de vista, los nuevos perfiles profesionales de los titulados en Comunicación?
(R): El nuevo perfil va a ser el de un emprendedor, multimedia, con una tremenda resiliencia y se va a tener que adaptar a muchos cambios y muy rápido.
Por otra parte, ahora tienes que ser tremendamente creativo, curioso y tener mucho pensamiento crítico porque se necesitan profesionales con pensamiento crítico.
(P): ¿Qué consejo le daría a un estudiante que empieza en estos meses alguno de los Grados de la Facultad de Comunicación?
(R): Que vivan a tope los cuatro años, que significa estudiar, conocer la ciudad, viajar, hacer intercambios Erasmus, SICUE, participar en todas las actividades culturales que se les ofrezcan, estar en todas las actividades que le facilite la facultad y la Universidad; eso es vivir a tope. Además, es que se puede regresar a la Universidad en algún momento, pero nunca vas a tener 20 años y algunos de estos antiguos alumnos lo que dicen es: ¡Qué pena que yo en aquel momento no supe aprovechar aquello que me estaban ofreciendo! Por eso, yo digo disfrutad, el famoso carpe diem, que es vivir y vivir con pasión todo lo que estás haciendo, estudiar, divertirte, repito, conocer la ciudad, participar y participar y bueno, y es fundamental conocer amigos, y en muchas ocasiones van a ser los amigos de toda tu vida.
