Iker Muriel: “Si queremos que la tecnología sea transformadora debemos hacerla inclusiva”

Si hay algo que reconforta especialmente es leer a un informático con una visión humanizada de la tecnología que se adapte a los diferentes ritmos de digitalización de la sociedad. Paralelamente, si hay algo que resulta esperanzador, es leer también que desde determinadas multinacionales se trabaja intensamente en mejorar procesos complejos con la creación de nuevas herramientas para facilitar la vida de los demás.

Y, si estas dos premisas se unen bajo el perfil de una sola persona, hablamos entonces de Iker Muriel Núñez, alumni UPSA, profesor del Máster Universitario en Informática Móvil (MIMO) e ingeniero de software en el departamento de Digital de Orange España, quien nos da a conocer sus pautas para alcanzar la excelencia en el trabajo y pensar en nuevos retos que mejoren el futuro.

 

Pregunta (P): Usted trabaja en una multinacional puntera en desarrollo digital. ¿Cree que existen límites en la tecnología?, ¿hacia dónde nos dirigimos?

Respuesta (R): Veo la tecnología como una herramienta a través de la que conseguir un fin -desde el bienestar personal hasta la conquista del espacio-, pero, como todas, tiene limitaciones. El ejemplo más reciente lo tenemos en la digitalización de servicios esenciales, donde vemos que esa herramienta encuentra su límite cuando nuestros mayores son excluidos, principalmente, porque no somos capaces de hacerla útil para ellos.

Sea en la administración electrónica, los servicios bancarios o las comunicaciones con nuestros seres queridos, la tecnología juega ya un papel clave en nuestras vidas pero, si quiere ser transformadora, debemos hacerla completamente inclusiva.

 

P: La pandemia está demostrando que necesitamos y dependemos de la tecnología, ¿ha supuesto esta etapa un acelerador a ciertos procesos?, ¿qué conclusión desprende de estos años convulsos?

R: La tecnología ha sido el catalizador de la transformación que hemos visto en la sociedad en los últimos dos años; de hecho, la pandemia nos ha demostrado que está preparada para que demos el salto hacia una mayor digitalización y que la estábamos infrautilizando. De este modo, las nuevas formas de trabajo, de interacción y de comunicación que nos ha traído la pandemia y nos ha permitido la tecnología, han venido para quedarse. Sin embargo, también hemos visto la otra cara de la moneda: la falta general de formación digital en la población. Por eso, es muy importante que eduquemos y formemos en tecnología y digitalización al conjunto de la sociedad actual. Debemos ofrecernos, entre todos y para todos, una formación adecuada que nos permita acceder y aprovechar tanto las nuevas oportunidades creadas como las que están por llegar.

 

P: Actualmente, vivimos una revolución tecnológica en la que los asistentes virtuales nos ayudan con muchos procesos cotidianos, ¿considera que dejaremos de humanizar ciertas decisiones?

R: Deshumanizar ciertas decisiones es un error. La tecnología es rápida, eficiente, eficaz y nos permite crear y llegar donde antes solo podíamos soñar, pero es un invento humano y, como tal, adolece de errores y sufre de sesgos igual que nosotros.

La automatización de decisiones, especialmente aquellas que no implican debates éticos, morales, o afectan a derechos universales, es casi siempre bienvenida. Pero cuando alguno de esos términos entra en juego la cosa se complica. Es, entonces, cuando la decisión humana o, como mínimo la supervisión, se convierte en algo irremplazable.

 

P: Orange es pionera en unificar procesos internos con robots propios, ¿cree que esa es la tendencia del futuro?

R: El RPA (Robot Process Automation) es una tecnología que permite a las empresas automatizar tareas difícilmente automatizables o con costes demasiado grandes para el beneficio que se obtendría abordándolos con un proyecto de automatización tradicional. Es, y va a seguir siendo, sin duda, un pilar fundamental en el desarrollo de las empresas a medio y largo plazo.

En Orange hemos apostado por el RPA con una visión centrada en las personas: en paralelo al programa de automatización hemos lanzado otro de formación abierto a cualquier empleado de la compañía, donde se aprende no solo qué es el RPA sino cómo se automatizan sus propias tareas diarias y repetitivas. Este último programa ha sido un éxito -con varias promociones ya terminadas- y ha democratizado el RPA dentro de la compañía, llevando la automatización a lugares donde un departamento de tecnología nunca habría podido llegar.

 

P: Usted forma parte del equipo docente del Máster Universitario en Informática Móvil (MIMO) y es alumni de la Facultad de Informática de la UPSA, ¿cuáles son los nuevos perfiles que demanda el mercado laboral?, ¿qué consejo le daría a un alumno que estudia una ingeniería de este tipo?

R: Los perfiles orientados al RPA o la ciberseguridad son algunos de ellos, pero también muchos otros, no tan de moda, siguen estando entre los más demandados: ingenieros de software de todo tipo -especialmente de aplicaciones móviles-, los que guardan relación con el Big Data o, incluso, saliendo de lo puramente técnico, los arquitectos de software y los gestores de proyecto, entre otros. Ningún proyecto tecnológico de cierta envergadura sale adelante hoy en día sin un equipo multidisciplinar detrás.

No cabe duda de que los alumnos de estudios relacionados con las tecnologías de la información viven un momento privilegiado para sus futuras carreras profesionales, pero también muchas otras disciplinas como el diseño, la traducción, la psicología, el derecho, la gestión de empresas... tienen cabida en nuestro sector.

Por último, creo que los ingenieros mejor valorados son aquellos capaces de adaptarse a multitud de proyectos y de ejecutar y llevar a cabo prácticamente cualquier tarea de su rama de ingeniería. Mi consejo es que traten de ser siempre uno de ellos.